Me enamoré del trail. Soy un culo inquieto y lo de caminar por la montaña pronto me supo a poco. Así que me puse a correr. Y con la broma, acabé compitiendo en la Vuelta al Cebollar, el Gran Maratón Montañas de Benasque, el Maratón de las Tucas, la Canfranc-Canfranc y muchas otras carreras durante casi tres años.

Pero había un problema: por culpa de mi mala biomecánica, las lesiones me machacaban. Tuve que cambiar de deporte… y acerté.